- Ponerse a la defensiva
Cuando surge un conflicto en la relación, a veces de forma inconsciente se intenta buscar un culpable, por ello nos ponemos a la defensiva e intentamos culpar a nuestra pareja del problema que haya surgido. Esto es un error que debemos evitar, tenemos que poner soluciones y hacernos cargo de nuestros errores de una forma responsable. Reconocer que nos hemos equivocado y pedir disculpas si fuera necesario. Esto es imprescindible si queremos cambiar la nuestra posición de defensa, aceptando nuestra responsabilidad como parte del conflicto, aportando remedios en lugar de reproches.
- La indiferencia como síntoma directo del desenamoramiento
La indiferencia es uno de los síntomas más claros del desamor y puede traer consecuencias devastadoras para el futuro de la relación. Uno de los valores fundamentales de la relación es la comunicación, si ante cualquier situación se toma una actitud pasiva y la pareja evita comunicarse y evadir el problema o conflicto, es un síntoma inequívoco de indiferencia.
La comunicación es esencial para comunicar el afecto, la ausencia de un “Te quiero”, de besos, abrazos y caricias, son factores que predisponen también a la indiferencia.
Lo importante es transmitir y comunicar todo lo que se siente, la comunicación es la mejor arma contra la indiferencia y, por consiguiente, contra el desamor.
- La crítica no constructiva
Las críticas son buenas, siempre que sean constructivas. Se puede expresar lo que se piensa siempre con respeto y desde una base constructiva. Cuando se critica por criticar o hacer daño, se da paso a heridas que pueden quedarse clavadas y que con el tiempo si no se curan, dan paso al desenamoramiento.
- La “mirada de desprecio”
Los actos de desprecio infringen un daño sobre el miembro de la pareja al que van dirigido que son difíciles de reparar. Según John Gottman, el desprecio es “Uno de los cuatro jinetes predictores de la separación”. Una “mirada de desprecio” puede estar en muchas conductas que atentan contra el otro miembro de la pareja. El desprecio es una de las conductas más dañinas y uno de los conceptos más significativos que pueden iniciar el desenamoramiento.
